Menos pendones, y mas c…


Antes de nada, les aviso para que no se lo tomen a mal: esta entrada del blog es una opinión más, con la que pueden estar de acuerdo, o no. Y ya les advierto también que toda discrepancia serena y argumentada es buena.

De un tiempo a esta parte en la provincia de León son muchos los pueblos que han decidido recuperar el pendón. Loable iniciativa, pero (siento verlo así) todo esto poco tiene que ver con la recuperación de la cultura. La cultura tradicional leonesa agoniza. Lo de los pendones es pura frivolidad, como lo de las fiestas medievales y toda la parefernalia asociada. Dejamos perder la esencia y nos contentamos con recuperar lo superficial.

La cultura tradicional leonesa, antaño vigorosa, hoy agoniza asfixiada a partes iguales por la desidia, la frivolidad y la ignorancia. En el camino a la modernidad se ha perdido la esencia de las cosas, y no va a ser fácil recuperarla. Basta echar un vistazo a las casas construidas últimamente en los pueblos. Son feas, feas, feas. ¿Dónde está la piedra, la pizarra, la teja, la madera, o el barro que siempre se utilizó? ¿Dónde están las galerías y los pórticos, tan comunes en otra época? Ya no se construyen casas con puertas de entrada de madera. Ahora todas las casas tienen una puerta de aluminio blanca, tipo Downing Street. Penoso. Por supuesto, no toda la culpa es de quien construye. No hay una regulación municipal que favorezca embellecer los pueblos. Tampoco hay apoyo a la construcción tradicional.

Aprovechando que son las fiestas del pueblo celebramos justas medievales, que eran el pasatiempo de cuatro nobles ociosos, y dejamos desaparecer la cultura de los antepasados, lo tradicional, las raíces verdaderas. Y las raíces de lo leonés están en el campo, en los pueblos, en lo rural. Además, mucho torneo y mucho mercadillo medieval, pero a duras penas podríamos nombrar dos reyes leoneses (y si no valiese nombrar a Ordoño II, el acertijo sería imposible de adivinar).

Los saberes y costumbres tradicionales se han ido perdiendo. Recuperamos el pendón, el magosto, o el ramo de navidad, pero ¿quién sabe preparar embutidos, manteca de vaca, queso o jabón? ¿cuánta gente conoce las hierbas medicinales que abundan en nuestra provincia? Las preguntas son muchas: ¿cómo están los montes, las fuentes, los caminos tradicionales? ¿por qué en los parques de León no se encuentra un solo roble o encina? ¿cuántos menores de 70 años utilizan boina? ¿y galochas o capa? ¿qué pasó con las ruinas de Lancia? ¿cuántos libros se publican sobre León? ¿dónde está la mantequera leonesa? ¿cuántos oficios tradicionales se mantienen en la provincia?… Mucho reclamar y culpar a Valladolid pero, ¿estamos haciendo los deberes para recuperar lo ‘nuestro’?. Mucha cuna del parlamentarismo, pero ¿qué peso político tiene hoy León? ¿dónde están los concejos de vecinos? En fin…

Porque, se quiera reconocer o no, las formas de gobierno tradicionales han desaparecido o están en vías de hacerlo; ¿en cuántos pueblos se siguen llevando a cabo los concejos abiertos de vecinos para tomar las decisiones? ¿en cuántos pueblos se mantienen las hacenderas? Los pueblos están abandonados confiando en el Estado provisor. Pues nada, ¡a seguir confiando! que como la Ley Montoro se acabe aplicando y desaparezcan las juntas vecinales, ya no hay más cuentas que echar: ¡adiós, muy buenas! ¡se acabó!

En fin. Ahí queda eso. Como rezaba el título de este post: ¡Menos pendones, y más CULTURA!.

Ya saben, que sus comentarios son bienvenidos.

La foto que acompaña la entrada es de Javier Díaz Barrera (javierdiazbarrera.es) on Foter.com / CC BY-NC-ND

20 opiniones en “Menos pendones, y mas c…”

  1. Por supuesto que culpamos a Valladolid, porque en el deterioro de la cultura y las tradiciones leonesas el organismo que más ha hecho por destruirlas no ha sido otro que la Junta con sede en esa ciudad desde su creación hace 36 años.
    De existir la Comunidad Autónoma Autónoma Leonesa podríamos hacer algo por nuestra cultura y nuestras tradiciones. Ahora, con un gobierno de Valladolid que se gasta los millones en fundaciones como la «Villalar» creada expresamente para destruir la identidad leonesa, poco o nada podemos hacer nosotros desprovistos de medios y competencias en ese sentido y ante la apisonadora adoctrinante de la Junta y sus organismos y medios de comunicación a sueldo.
    No, no es cuestión de cojones, es cuestión de politica y de hacerse respetar como pueblo, una batalla que perdimos hace ya más de tres décadas.

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  2. Probablemente esos pendoneros, no solamente tratan de mantener los pendones si no otras muchas muestras culturales, lo digo porque conozco casos de pendoneros que mantienen la matanza, la facendera, el Conceyu, la costura de los trajes regionales, etc etc en sus pueblos.

    En todo caso Más Pendones y Más Cultura

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  3. Ya lo dijo Joaquin Costa, «el pueblo baja la cabeza y sonrie, piensan algunos que es asentimiento, pero es ironía». La adulteracion de la cultura es descomunal. Los pendones se emplean para todo incluido comilonas. Los Concejos han desaparecido. Los pueblos son víctimas de una vulgarización pasmosa. La causa radica en que nuestros politicos son mediocres y a veces menos que mediocres. Badiola habla de la «Ignorancia ensoberbecida». Ese es el problema. Los pendones en grupo de 20 o 30 , a veces más, con la única finalidad de hacer turismo festero, son un espectáculo penoso.Estan en los sagrarios, en el apocalipsis, en las reglas monásticas,, Cisneros obligó a alzarlos a todos los pueblos en prueba de fidelidad al Emperador, En los tercios morían por defenderlos, Marquina los incluyó en su letra del himno nacional, Nuestros abuelos sentían por ellos un respeto reverencial. Pero «nos dió por recuperarlos» y ahí empezó el desastre. Los sacamos de las iglesias, los llevamos a la feria de la morcilla…..¡qué pena! Acaban tirados en las plazas…..Nadie recuerda que los pueblos acudían a la Fonsaderas » precedidos de su enseña» Los alcaldes piensan que son para hacerles pasillo, El colmo del despropósito es en los pueblos que mientras se celebra la procesión al patrón, los pendones organizan una procesión civil paralela, como si sus abuelos hubieran sido agnosticos…..La Diputación que se supone vela por lo «provincial» se preocupa más de la foto que del uso.
    Los concejos no se celebran porque existe un desprecio al discrepante, qué lejos queda el «nemine discrepante» de las actas de los concejos antiguo. Al pueblo se le engatusa infantilizándolo con obras faraónicas realizadas con dinero obtenido con el IBI, del que la Diputación no se acuerda de explicar, ni los Aytos tampoco lo explican, pese a que esa si es su labor: informar al pueblo con «cuenta y razón» de los impuestos. Porque los politicos no tienen la capacidad personal de aguantar un debate público. Las web de los Aytos incluyen un apartado para las actas de los plenos , todos están vacíos…..La Ley de transparencia, lo que siempre se llamó «Las cuentas claras», no se aplica,…
    El urbanismo, otra calamidad, Las normas urbanisticas municipales no circulan, son mas armonicos los cascos antiguos que las construciones nuevas. Hay pueblos de la montaña de León donde se ha impuesto «el chalet» como en la costa. Claro que las heladas obligan despues a añadirles pegotes horribles….
    Mientras el recibo del IBI no tenga la misma información que el de la luz, el del gas, o el del telefono, es que hemos retrocedido siglos…..Mientras no haya concejos habra chanchullos…

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  4. Los pendones representan a sus concejos y creo que por algo se empieza enarbolando sus señas de identidad creo que no es mal comienzo, en mi concejo hace varios años que se recuperó el pendón concejil desaparecido hace más de 50 años y gracias a ello se a recuperado la tradición de ondearlo en las celebraciones como se hacía antes antaño, gracias al pendon empezamos a indagar en libros de fabrica que aun conservamos y descubrimos que el concejo tenia otro pendón y encima muy especial pues se descubre que es de la orden de malta y que el concejo fue sede de encomienda de la orden de Malta y que teníamos un comendador y incluso un palacio del comendador que después fue usado como preceptoria, curiosamente hoy sale un artículo sobre ello en el diario de leon, y estamos recuperando el ramo, su canto se está en proyecto una recuperación de topónimos del concejo y estamos intentando recuperar nuestro escaso patrimonio comunal el corral de ganado comunal se a restaurado hace varios meses y ahora estamos intentando recuperar el retablo y artesonado de la iglesia que en el becerro de presentaciónesen el siglo XIII dice que es del concejo, no entiendo el porque ahora es del obispado…. También se conservan las copas del concejo pero por desgracia en otras manos ajenas al concejo, emos recuperado el sello con el que el concejo marcaba su ganado y de cendera se an limpiado y arreglado muchas de nuestras 101 fuentes y todo salio después de encontrar un viejo pendon tirado sobre una bóveda de la iglesia…
    Saludos y animo seguimos y seguiremos dando guerra por nuestros pueblines y concejos, pues nuestros antepasados que tanto lucharon por ellos se los merecen y porque nunca debemos olvidar de donde somos y de donde venimos.

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  5. En mi opinión los leoneses en general somos demasiado cainitas y también tendemos a ver el vaso siempre medio vacío. Yo creo que es bueno la recuperación de los pendones leoneses y es algo a lo que hay que dar valor. ¿Qué eso es insuficiente y que faltan otras muchas cosas que se indican en ese artículo? Pués si de acuerdo. Pero entiendo que hay que hacerlo desde el reconocimiento a lo que se avanza y a los que ponen todo su esfuerzo por lograrlo.

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    1. Estoy de acuerdo con el fondo del artículo. Somos gente que quiere circular solamente mirando por el espejo retrovisor y de esa manera sólo se puede circular marcha atrás.
      Yo cambiaría el pendón de mi pueblo por una identificación de nuestro futuro entre todos. Cambiaría una fiesta autóctona de muchos siglos, que conmemora una cesión de un rico monte, hoy administrado por el estado, por un compromiso de mis vecinos para aprovechar los bienes comunales en beneficio de nuestros descendientes. Renunciaría a nuestra cultura agraria en favor de nuevas formas desarrollo que formen nuestro futuro.
      No tenemos que ser obligatoriamente como fueron nuestros antepasados, no tenemos necesariamente que hablar como ellos, porque tenemos distinto mundo que describir, no hemos de vestir como vestían porque existen prendas más adaptadas y cómodas. No tenemos que bailar igual porque amamos distinta música.
      Lo que sí podemos hacer es aprender lenguas, fabricar ropas adaptadas a nuestro clima y exportarlas, producir nuevas músicasy tratar de que las bailen otros.

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  6. Una cosa no quita para la otra. Es cierto que tendemos a conservar lo aparente y superficial y a dejar perder lo más profundo e importante, pero no por ello debemos decir: menos pendones, menos magostos o menos ramos de navidad… al contrario, esas cosas también forman parte de nuestra cultura y «de lo malo malo»… es importante conservarlos y compartirlos, porque quizá se pueden convertir en los símbolos que nos animen a reivindicar otras costumbres, tradiciones y modos de vida que se están perdiendo. Así que yo diría: MÁS PENDONES, SÍ… PERO SIN OLVIDAR OTRAS COSAS MÁS IMPORTANTES; nunca diría MENOS PENDONES Y MÁS C…, porque por haber menos pendones no habrá más C…

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  7. LLevas toda la razòn.ahora nos ha dado por estas cositas,pero olvidamos las cosas màs importantes.Sobre todo porque se tiende a hacer «lo politicamente correcto»,que vete tù a saber que es eso…….

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  8. Desgraciadamente en la actualidad el motor de la cultura y de las tradiciones son las instituciones públicas y salvo honrosas excepciones, no hay asociaciones que funcionen sin subvención. La gente se avergüenza de manifestar su sentimiento y de todo lo que no venga avalado por la televisión o la institución de turno. Y ahí es donde está el problema, las instituciones están gobernadas por quienes están en contra de todo lo leonés y el aborregado pueblo solo se mueve azuzado por quienes le empujan al precipicio. ¿Quién es más culpable de su muerte, la alimaña que acosa o el borrego que solo bala en voz baja…?

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