Más embalses en el Órbigo


Se publicó hace un tiempo que se van a construir otros dos nuevos embalses en el río Órbigo cercanos a Carrizo de la Ribera. Como los leoneses somos algo “dejaos”, tal vez pocas personas, excepción hecha de los propietarios, que se verán afectados por perder sus tierras, ¡cabe suponer! tal vez la noticia nos haya dejado impasibles – la indolencia de León ya es proverbial seña de identidad fuera de nuestras fronteras–. Sin embargo quizá sería bueno hacer no pocas consideraciones al respecto, preguntas todas que, sólo en León se deberían responder.

Veamos: ¿Son realmente necesarios estos embalses? ¿No habíamos quedado que con el nuevo sistema de riego con hidrantes, el ahorro de agua iba a ser espectacular? ¿No hay suficiente agua del Órbigo con los embalses existentes y el caudal habitual? ¿Las zonas limítrofes con el área de irrigación del agua del Esla, por ejemplo, no pueden subvenir el déficit hídrico cuando hay agua de riego para provincias vecinas? ¿Serán los últimos embalses o seguiremos anegando más valles para incrementar las reservas hídricas? ¿No estaremos sobredimensionando el número de presas y embalses en la provincia de León? ¿Cual será el rendimiento que va a tener esta provincia con la continua política de inundar territorio y más territorio? ¿Desaparecerá para siempre la amenaza de sepultar el valle del Omaña bajo las aguas? ¿Que organismo y que repercusión sobre las arcas leonesas (puestos de trabajo, lugar de tributación fiscal, I.V.A. etc) tendrá la gestión de dichos embalses? ¿No sería más que aconsejable que el escarnio de Riaño fuera el postrero episodio de embalsamientos en León? ¿Se ha consultado con la ciudadanía y se han dado las explicaciones pertinentes o como siempre se hace todo por el democrático modo de ordeno, mando y hago saber? ¿ Recordando Lemoniz o Itoiz, se atreverían con la misma alegría sus promotores si ambos embalses hubieran de construírse trescientos kilómetros más al Este? ¿Son las necesidades más apremiantes de esta cuenca fluvial? ¿Merece la pena hacer desaparecer para siempre estas zonas?

Cuestiones todas, se entiende, que merecerían cumplida respuesta. Y por último la más inquietante de todas las preguntas ¿Este asunto preocupa a alguien en León? Porque tal vez sea ocioso plantearse las demás, soslayando así ejercicios de elucubración, y cargos de conciencia, si la respuesta de la ciudadanía a ésta última pregunta es…

“A NADIE”

 

Urbicum Fluminem, junio de 2018

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