Lecturas recomendadas: El vuelo de Martín


Ya hace un tiempo que leí este libro que hoy les recomiendo. Y hace también bastante tiempo que escribí estas líneas.

Pensarán que quizás el libro no tiene mucho que ver con el blog. Pues sí y no, como diría aquel gallego.

Me podrían decir que el libro no tiene mucho que ver con los temas que generalmente tratamos en el blog; en esta novela básicamente se narra la historia de un muchacho argentino que se instala con su madre en Madrid. Y sí, debo darles la razón porque esta es una historia urbana… nada que ver con campesinos, cultura rural, etc.

Antes de seguir, hago un paréntesis para aclarar al lector que esto son recomendaciones, no reseñas literarias.

Ahora bien, este libro y su autora se merecen estar acá por muchas razones. Una de ellas es porque Sol Gómez Arteaga ha colaborado con varios cuentos / relatos en este blog. Ese ya podría ser un motivo suficiente. Además, estarán de acuerdo conmigo que esta autora escribe muy bien. Otro motivo para recomendar esta novela es que las problemáticas en las que está centrada, como el desarraigo o la dureza de la emigración, no nos son ajenas… Una tercera razón más para sugerirles esta obra es que, como diría un amigo mío, Sol Gómez Arteaga pace en los mismos praos que nosotros pacemos. Tadeo, por ejemplo, es de los nuestros… Finalmente, un motivo más que avala la recomendación de hoy es que en este blog tenemos querencia por Argentina y sus gentes, y el protagonista es Martín, un chaval argentino.

En fin… ¿Qué más les puedo decir? Pues que es una lectura que vale la pena.

LNT te recomienda: La Fueya Cabreiresa


Esta recomendación, lo reconozco, llega tarde. Varios años tarde…

Y es que ya llovió mucho desde que se puso en marcha este periódico digital llamado ‘La Fueya Cabreiresa‘. Se trata de una iniciativa que pretende ofrecer noticias e información de utilidad a la gente de esta comarca. Sin embargo, muchas de las informaciones que ofrecen trascienden propiamente el ámbito comarcal y son de interés para el mundo rural en general.

Detrás de este ‘proyecto’ está el ‘Instituto de Estudios Cabreireses‘ (IEC), una asociación cultural que nace con el propósito de fomentar la promoción y el desarrollo de la comarca, así como la investigación y preservación de sus costumbres y patrimonio, en busca del beneficio de todos los cabreireses. El objetivo no es otro que la Asociación se convierta en un «punto de encuentro y centro de referencia para intercambiar y compartir conocimientos y experiencias«.  Y se puede constatar que lo están consiguiendo, y para muestra un botón como es la programación online de actividades culturales para acompañar a la desescalada del coronavirus y al que puedes acceder en este enlace:

Queda añadir que detrás del IEC están personas trabajadoras y comprometidas con la tierra y la cultura como Iván M. Lobo, Xepe Valle, Remedios Arias o J. Arias. Y es que, parafraseando la frase más conocida de los cómics de Astérix y Obelix: ¡Son muy bravos estos cabreireses!

Ojalá en otras comarcas leonesas hubiese iniciativas similares…

Para saber más:

LNT te recomienda: Cuentos de la montaña


Los seguidores de este blog saben que uno de nuestros escritores de referencia es Miguel Torga. Y hoy toca recomendarles una de sus obras más conocidas: «Cuentos de la montaña».

Se trata de una colección de relatos ambientados en la región hermana de Tras-os-Montes. Son historias sobre las gentes del campo, sobre sus vidas, su cultura, valores, aspiraciones… y son unos cuentos de una extraordinaria belleza. Porque además Torga escribe bien, con una prosa cuidada eligiendo cada palabra… con metáforas evocadoras. La prosa de Torga es pura música.

Los personajes de Torga son, por lo general, campesinos. Se trata de hombres y mujeres duros que afrontan una vida llena de hambre, miseria y sufrimiento. Los personajes de sus cuentos son supervivientes, pero también héroes.

¿Qué más les podría contar? Que si no conocen a Torga, lo lean. Les sorprenderá.

LNT te recomienda: Vendimiario


Buceando por internet encuentro una novela que me llama la atención por el título y me pongo a ojearla. Se trata de “Vendimiario. Novela de costumbres leonesas” y me parece una buena recomendación para este caluroso verano (además se puede descargar de internet).

Averiguo después que el autor es el bañezano Menas Alonso Llamas (1899- 1931) que fue, según su biógrafo Santiago Fuertes, “un liberal inconformista y crítico, con una enorme sensibilidad a los problemas de su época y un gran amor por su tierra leonesa, que le servía de terapia con su paisaje y sus costumbres, pero con la que se sentía comprometido socialmente y de la que gustaba estudiar y difundir tanto la historia como las costumbres”.

Poco más se puede añadir. Vendimiario es una historia sobre la modernidad que se va imponiendo y unas tradiciones que se resisten a morir. En este sentido, hace un interesante recorrido por historia, las costumbres rurales y los modos de vida en las comarcas leonesas. Para muestra un botón:

«Camino de Astorga pararon el «auto» para hacer una fotografía a un campesino que venía por la carretera, con calzón corto, botines, chaleco asolapado, camisa blanca y con botones de hilo y chaqueta corta y ajustada. Siempre que veían un traje típico procuraban perpetuarlo en fotografías. Por todos ios rincones de la provincia se van introduciendo las nuevas modas; ya sólo los viejos usan los trajes típicos. ¡ Adiós, bragas negras, y chalecos colorados, y medias blancas, y abalorios de maragatos y maragatas ! ¡ Adiós, los enormes sayos y polainas de los cabrareses ! ¡ Adiós, ungarinas bercianas ! ¡ Adiós, chupetillas de los ribereños ! ¡ Adiós, calzón corto y chalecos asolapados, y capas pardas de los campesinos ! ¡ Adiós, dengues, y manteos, y rodaos leoneses y bañezanos ! ¡ Adiós, fajas y monteras! ¡ Adiós, zapatos de oreja ! ¡ Adiós, chambras y justillos de cordones I ¡ Adiós, adiós, adiós a todos!…»

 

En fin…

LNT te recomienda: Manuel Ferrol


Cada vez que miro la foto que ilustra esta entrada me cuesta contener las lágrimas. Al verla, en mi  la cabeza se agolpan muchas imágenes familiares: mi padre diciéndole adiós a mi tía Margarita cada vez que ella se iba a Argentina; mi tío Gonzalo camino a Holanda; o nosotros en Ezeiza despidiéndonos de la familia.

Aunque sea temporal, despedirse de un familiar es doloroso. Dejar tu tierra y tu gente e irte a otro país (es decir, emigrar) es aún más doloroso. En este sentido esta foto de Manuel Ferrol es icónica como lo es «Muerte de un miliciano» de R. Capa, o «Mujer migrante» de Dorothea Lange.

Precisamente, Manuel tiene un lugar en la historia de la fotografía por su reportaje sobre los emigrantes gallegos. En internet en páginas web como ésta o en Wikipedia encontrarán cumplida información sobre este fotógrafo, razón por la que no me extenderé sobre su vida y obra.

El caso es que en 1957 a Manuel el Instituto Español de Emigración le encargó que hiciese un retrato amable del fenómeno de la emigración. Como habitualmente pasaba en el franquismo, y el NO-DO es un ejemplo, ciertas noticias se ‘edulcoraban’ para no mostrar la dura realidad. El problema es que Manuel retrató lo que vio: desesperación, llanto, dolor…

Como ya dijimos esa foto es todo un símbolo y en ella están Xan Calo, y su hijo Xurxo que habían acudido al puerto a despedir a la madre y los dos hermanos de Xan. Todos ellos iban a América en busca de un mejor futuro, y en la foto se refleja la terrible tristeza de despedirse de un familiar. Hay un detalle en esa foto que me llama poderosamente la atención, es la mano del padre, una mano de campesino, consolando a su hijo manteniéndolo a su lado, en el regazo. Es un gesto que le da seguridad al hijo, pero también al padre: es la certeza de que no queda solo.

LNT te recomienda: Dorothea Lange


Una de las entradas más populares de este blog «La madre de Suso» está acompañada por una foto icónica de una madre, con dos hijas de corta edad a su lado, con la mirada perdida en el horizonte.

Esa foto se titula ‘Madre migrante’ y fue realizada en 1936 por la fotógrafa americana Dorothea Lange, la cual había sido enviada por la State Emergency Relief Administration (SERA) para documentar y mostrar visualmente las pobres condiciones de trabajo y alojamiento de los trabajadores agrícolas migrantes desplazados a California.

Durante la Gran Depresión de los años 30, las grandes llanuras del centro de los EEUU se vieron azotadas por una severa sequía y terribles tormentas de polvo. Años y años de cultivo intensivo, combinado con los efectos de la sequía hizo desaparecer la cubierta vegetal de los suelos; la sequía y las tormentas de polvo destruyeron las cosechas lo cual arruinó a miles de granjeros. La situación era especialmente grave para propietarios de pequeñas granjas los cuales, al fallar las cosechas, no pudieron hacer frente a las deudas contraídas y terminaron perdiendo sus propiedades a mano de los bancos y acreedores.

Sin trabajo y sin posesiones, cientos de miles de granjeros (más de 375.000, según algunas fuentes) “Oakis” y “Arkies” como eran llamados despectivamente los habitantes de los estados de Oklahoma y Arkansas, empezaron a desplazarse hacia el Este, hacia California (de donde llegaban rumores que había la posibilidad de encontrar un trabajo temporal en la agricultura). La foto es un ejemplo de la dureza del desplazamiento y de la desesperación de quienes emigraban, los cuales además se encontraban con unas duras condiciones, muy bien descritas en “Las uvas de la ira” de John Steinbeck que tal vez alguno de ustedes haya tenido ocasión de leer (también hay una película basada en la novela).

Las fotos de Dorothea Lange, además de poseer un gran valor estético, son un documental de Gran Depresión. Gracias a estas fotos, la opinión pública conoció la situación de los granjeros lo cual facilitó la movilización de fondos para paliar la su situación; las fotos sirvieron para publicitar las actividades de la Farm Security Administration (organización impulsada por el presidente Roosevelt, en el marco del New Deal, para ayudar a los trabajadores agrícolas afectados por la crisis económica) y que los ciudadanos de estados no agrícolas comprasen sus bonos. Se podría decir, en cierta manera, sus fotos además de reportaje fueron también un instrumento de publicidad.

Las fotos de D. Lange expresan también su compromiso con la época y con las personas que no tienen voz. Aunque menos conocidas, destacan también sus fotografías de los americanos de origen japonés (especialmente niños) que, a partir del ataque a Pearl Harbour, fueron enviados a campos de concentración en America. Sus fotos, en este caso, son una denuncia de la detención de personas inocentes sin ningún cargo criminal y sin la posibilidad defenderse; alguna de estas fotos pueden verse en este enlace.

 

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