Hoy, 24 de diciembre, en muchos pueblos de la provincia de León en la misa de gallo se cantará y se ofrecerá el ramo a San Antonio, Santa Bárbara o a la Patrona del lugar. Es mucho lo que se ha escrito sobre el tema y en las líneas que siguen la idea es contarles algo que no les hayan contado ya sobre el ramo de navidad.
Es posible que, como señalan Nicolás Bartolomé y Emilio Gancedo en el Diario de León, en origen el ramo hubiese sido una rama de árbol de la que se colgaban los adornos y ofrendas. Es posible que sea una tradición anterior al cristianismo relacionada con el culto a la fertilidad y al solsticio de invierno.
No importa que en origen fuese una fiesta nacida como un rito de culto a la naturaleza. En los últimos siglos el canto del ramo de navidad tenía una importante carga social que no religiosa; es decir, era un acto social enmarcado en una tradición religiosa. A ver si soy capaz de explicarlo…
En las sociedades tradicionales, donde saber leer y escribir era el privilegio de unos pocos, las tradiciones y la cultura se trasmitían de forma oral. De la misma manera que de madres a hijas se trasmitían los saberes y la experiencia sobre la crianza de los hijos, la medicina tradicional, o la alimentación, la experiencia social se trasmitía a través de este tipo de celebraciones. Las tradiciones y el sentimiento de comunidad eran perpetuadas por la transmisión oral y el ‘ramo de Nochebuena’ era una de tantas del amplio repertorio que tenían las comunidades rurales.
Estas tradiciones y ritos eran el ‘pegamento’ que mantenían ‘unida’ a la comunidad. En este caso, el ramo, se llevaba a cabo en la iglesia del pueblo ya que era el lugar donde la comunidad se reunía en las fechas señaladas. La noche más larga y, quizás una de las más importante del año junto con la de San Juan, era una ocasión única para reunirse y celebrar. Quizás la mejor manera de hacerlo era con la ofrenda y el canto del ramo; las mozas lo dedicaban a la patrona, las niñas a Santa Bárbara, y los pastores a San Antonio.
El ramo, al igual que el pendón, tenía un fuerte sentido identitario. No hay dos ramos iguales, al igual que no hay dos pendones iguales. Además dentro de la propia celebración había una importante carga simbólica. Así por ejemplo el ramo a Santa Bárbara era ofrecido por una persona del lugar y luego subastado; no se oculta que había una cuestión de estatus y de poder detrás de ello. También el canto del ramo a veces funcionaba como ‘válvula de escape’ de las tensiones sociales; en el ramo que cantaban los pastores se expresaban preocupaciones, demandas, e incluso hay lugar para la sátira o la crítica a algunos vecinos del pueblo. No era algo improvisado. El ramo era algo preparado y ensayado…
Por último, esta celebración era reflejo de la vida en los pueblos y de los ciclos ligados a la naturaleza y a las estaciones. Cada año por esta época, cuando se acababa un ciclo agrícola y estaba a punto de empezar otro, había que agradecer los frutos y pedir por el año que estaba a punto de empezar. De alguna manera, las tradiciones formaban parte de ese sentido circular de la vida; de ese empezar de nuevo cada año encomendándose a la providencia. Al igual que otras muchas tradiciones, el ramo desapareció en paralelo a la actividad agraria y ganadera… hubo un momento que ya no era necesario pedir a Santa Bárbara por las cosechas, ni a San Antonio por los ganados.
En fin. No quiero aburrirlos más. Que me alegra que se haya recuperado el canto del ramo en los pueblos y que ‘el ramo leonés’ luzca en las casas. Quizás algún día recuperemos un poco del sentido identitario que tenía…
Lo dicho: ¡Qué tengan de verdad una feliz nochebuena!
—
Si a alguien le interesa el tema y quiere saber cómo era el rito del ramo le recomiendo este artículo de José Luis Díez Pascual sobre Pobladura de la Sierra y esta otra publicación de Francisco J. Fuente Fernández sobre el ramo de Navidad en la Montaña de Riaño.
—
La foto que acompaña el texto está tomada de Wikipedia y es de Santiago Pastrana (@pastranec)
Os dejo también con un video del canto del ramo en Cistierna