Cómo hemos cambiado: la boina


Antiguamente era costumbre que todo hombre, hiciera frío o calor, se cubriera la cabeza con la boina una vez superada la adolescencia.Y a esa costumbre, sin reglas escritas, se añadía que por reverencia había que descubrirse la cabeza en los momentos religiosos y por educación ante personas de mayor, digamos, rango social, así los hombres llevaban la boina en la mano, tanto en la iglesia y en las procesiones, como para hablar con el médico, maestro, cura, la Guardia Civil, etc.

Solía cada hombre tener dos boinas al uso, una para domingos y fiestas, otra para diario. Y solamente cuando la vieja ya estaba muy descolorida por el sol y raída por la numerosas lavaduras, se compraba una nueva, y la antes dominguera, pasaba a ser la boina de diario.

Poco más se puede decir de esta prenda que tenemos tan vista en las cabezas de los hombres, sobre todo mayores, que hasta parece que han nacido con ella y muchos de ellos se fueron con ella a la «hoya» ya que se les enterraba con la boina puesta.

La boina es una prenda que sirve para cubrir la parte alta de la cabeza. Su tamaño es reducido, cubre exclusivamente el cuero cabelludo, dejando muy poco espacio, no más de dos centímetros, entre su superficie interior y el cuero cabelludo. No cubre las orejas ni la nuca.

La manera de colocársela según la maña del usuario, que se puede inclinar hacia adelante, hacia atrás, hacia la derecha a la izquierda. Los menos mañosos se las ponen con las dos manos, otros con una sola de un golpe dándoles siempre un vuelo delantero.

Si hacía frío se echaba «el tapabocas» o la capa por encima de la boina.

Aunque ya comienza su declive, solo la usan en nuestros pueblos las personas de avanzada edad. Destaca más por la sencillez del artículo, su facilidad para llevarlo, se enrolla sin arrugarse, y por sus características, lana transpirable, cálida en invierno y protección frente al sol en verano.

La boina se confecciona en una sola pieza sin costura, en forma de casquete esférico y tejido con hilo de lana al 100 % natural o paño. No se elaboraba en los pueblos, eran lo que se llama «de compra».

El rabo esta relacionado con la constitución de la boina y es que en el proceso de remallado de la boina y debido a su forma circular aparece el remate de dicho rabo en el pico de la boina. Pero sobre esto también hemos recogido otras curiosas teorías, una dice que al tirar del rabo la boina queda más ahuecada y no aplasta el pelo, al que lo tenga, claro. Otra dice que el rabo sirve para quitarse la boina con más facilidad, tiras de él y ya está.

Quitarle el rabo se llama capar la boina, antiguamente se decía que daba mala suerte llevar una boina capada, a los nietos le gustaba mucho jugar con la boina del abuelo y darle vueltas cogida de dicho rabo y… ¡Uy! aguelo, se rompió… ¡Recristo de rapá ya me capó la boina!… rezongaba el abuelo.

Comenzaba siendo de color negro como el carbón y terminaba siendo de un color que no se puede precisar, yo diría un «sin color».

Nuestro cariño siempre para esta popular prenda. Que no desaparezca nunca.

Así dice una popular jota: «Cada vez que te veo / se me endereza / cada vez que te veo / se me endereza /el rabillo la boina / de la cabeza».

Fotografía de Cristina García Rodero

Copiado del muro de Riofrío de Aliste (reproducido con permiso del autor)


Bien interesantes las entradas que publican en esta página de Facebook:
https://www.facebook.com/Rufriyu
Les recomiendo visitarla y darle al ‘Me gusta’ para mantenerse informados de todo lo que van colgando. Acá iremos ‘reproduciendo’ alguna de sus publicaciones y también alguna cosa inédita.

Para muchos lectores resultará curioso comprobar que las costumbres, los usos, tradiciones y vocabulario de Aliste son idénticos a las de comarcas como La Cepeda u Omaña, mucho más al Norte… Para otros lectores será descubrir cosas muy interesantes. Ya lo irán viendo…

Animo a unos y a otros a comentar en este blog cada una de estas entradas, señalando diferencias o similitudes con las ‘costumbres del país’ de cada uno…

Como hemos cambiado (ii): vestimenta tradicional leonesa


El 23 de enero de 1878 el rey Alfonso XII contraía matrimonio con su prima de 17 años, doña María de las Mercedes de Orleáns y Borbón, la cual murió de tifus cinco meses después. Todo un drama…

Pero la idea de esta entrada no es cotillear sobre dicha historia, sino contarles que con motivo de esta boda, las Diputaciones Provinciales enviaron a Madrid grupos de campesinos que, ataviados con los trajes característicos de cada comarca cantaban y bailaban en las calles y ante la pareja real. Hasta ahí, todo muy folclórico, vaya.

La Sociedad Antropológica Española aprovechó la ocasión para encargar al fotógrafo francés Jean Laurent Minier que hiciese fotos de los grupos y las parejas mostrando su indumentaria. Utilizando un telón claro como fondo y una alfombra para el suelo hizo una serie de retratos de las parejas que habían acudido a Madrid. 

Acá te mostramos diversas parejas ataviadas con los trajes ‘populares’ de diversas comarcas leonesas. Como pueden ver algunas fotos son espectaculares… haciendo click en cada una de las imágenes, pueden verlas ampliadas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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