Antiguamente era costumbre que todo hombre, hiciera frío o calor, se cubriera la cabeza con la boina una vez superada la adolescencia.Y a esa costumbre, sin reglas escritas, se añadía que por reverencia había que descubrirse la cabeza en los momentos religiosos y por educación ante personas de mayor, digamos, rango social, así los hombres…
Cómo hemos cambiado: la boina